Los parásitos artrópodos tales como los ácaros Varroa , los virus y las infecciones bacterianas, la exposición a los pesticidas y la mala nutrición resultante de otros problemas ambientales ligados a la acción del hombre, son factores concomitantes que ponen en peligro la supervivencia de ciertas colonias de abejas. Asimismo, los expertos del Grupo ad hoc de la OIE encargado de las enfermedades de las abejas melíferas concluyen que el síndrome de desabejamiento o colapso de las colmenas (CCD), un fenómeno recién identificado que ocasiona considerables pérdidas en la población apícola, es debido sin lugar a dudas a diversos factores.
“La miel y la jalea real son ejemplos de alimentos valiosos que las abejas nos aportan, pero sobre todo les debemos las cosechas abundantes de frutas y vegetales, pues al cumplir su función de polinización de las flores, potencian la productividad de las cosechas”, declaró el Dr. Bernard Vallat, Director General de la OIE, y agregó “así pues, las abejas contribuyen a la seguridad alimentaria mundial, y su extinción representaría un terrible desastre biológico. Por este motivo, la OIE considera la mortalidad y las enfermedades de las abejas una prioridad en su Plan Estratégico 2011- 2015”.
Un estudio de la situación sanitaria apícola en el mundo ha confirmado la aparición del síndrome de desabejamiento en las poblaciones apícolas de Norteamérica, Europa y Japón. Los expertos están de acuerdo en que el uso irresponsable de los pesticidas podría tener un impacto sobre la sanidad apícola, en particular, con un debilitamiento de las abejas y un aumento de su sensibilidad a diferentes enfermedades . Sin embargo, los pesticidas no son el único factor en cuestión, la falta de medidas de bioseguridad por parte los apicultores y el cambio climático también podrían tener efectos negativos sobre la salud de las abejas.
“En varios países y regiones del mundo, no se dispone de los recursos para establecer una vigilancia intensificada y procesos de registro, inspección, diagnóstico y capacidad de investigación”, comentó el Dr. Wolfgang Ritter, presidente del Grupo ad hoc, “se necesitan más directrices internacionales para los programas de vigilancia y control de las enfermedades de las abejas”.
Situación sanitaria de las abejas melíferas en el mundo
Aparte del síndrome de desabejamiento, el Grupo ha concluido que el conocimiento de los signos clínicos y modos de acción de la mayor parte de virus y otros patógenos de las abejas es aún insuficiente y recomienda que se prosiga la investigación para desentrañar los múltiples factores que amenazan la salud de las abejas melíferas y de otros polinizadores.
Además, se ha señalado que hay varios parásitos artrópodos de las abejas activos en diferentes partes del mundo, por ejemplo, la infestación por los ácaros Varroa, Nosema y Tropilaelaps ha sido identificada como el problema sanitario más frecuente que afecta a las abejas en el mundo.
Por otra parte, en 2008 se detectó en Oceanía una nueva forma de Varroa, Varroa jacobsoni, con potencial patógeno para Apis mellifera y que ahora representa una nueva amenaza para la apicultura en la región y en el mundo en general.
“La OIE propondrá a la comunidad internacional intensificar la investigación sobre las causas de la mortalidad de las abejas y, en particular, mejorar las medidas de control y lucha contra las numerosas enfermedades emergentes y ya conocidas usando como base las normas y directrices aprobadas por la Organización, incluyendo en la esfera de la bioseguridad del comercio mundial y regional de abejas entre países, lo que representa una causa mayor de contaminaciones en el mundo”, añadió el Dr. Vallat.
Autora: Maria Zampaglione de l'Organització Mundial de Salut Animal
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