La abeja es un animal excesivamente trabajador. Su vida consiste en cuidar de su respetada Reina y polinizar sin descanso para ser una más de la comunidad. Aunque existen especies de abejas solitarias, la mayoría suele hacer nidos donde conviven cientos de estas.
El 39 % de los españoles cree que existe un estigma en torno a ser vegetariano o vegano.
Muchos insectos son todavía desconocidos para la ciencia. Se calcula que unos 4,5 millones de especies
Con una estructura organizativa digna de los mejores ingenieros del planeta, este animal cumple una función esencial para la vida. La polinización de las plantas llevada a cabo por el insecto es un activo fundamental para que estas se reproduzcan.
Estos insectos tan característicos, de color amarillo y negro, no son amados por todo el mundo. El temor a una picadura, que les provoca la muerte, hace que podamos observar bailes y aspavientos cada verano cuando una de ellas se acerca.
La importancia de las abejas es tal que, cuenta la leyenda, Albert Einstein llegó a afirmar que sin ellas la vida en el planeta sería de cuatro años. Cierta o no la sentencia, los investigadores destacan que las abejas son parte esencial para la vida gracias a que al día llegan a visitar más del 2.000 flores.
Según datos recogidos por Greenpeace, la magnitud de la importancia de la abeja es tal que el 75% de los alimentos que consumimos dependen de la polinización. Pero los problemas climáticos están reduciendo sus poblaciones, que han disminuido al 37% en toda Europa.
Por este último motivo, los últimos años han aparecido distintos movimientos para salvar este animal. Aunque de distinta índole, el más extravagante es la creación, junto al movimiento vegano, de crear miel sin la necesidad de abejas.
Miel vegana
El veganismo ha adquirido en este siglo una nueva dimensión. Aquellos que han decidido no consumir alimentos que sean o provengan de los animales han aumentado exponencialmente y eso, ha ido cambiando la industria alimentaria.
Ante este aumento, han aparecido nuevas empresas que buscan este tipo de público con productos alternativos que en muchas ocasiones tratan de copiar a los que si son animal o provienen de estos.
El último caso es el de la miel vegana. Aunque este alimento es producido por las abejas pero una empresa MeliBio ha patentado una fórmula donde los insectos no intervienen. A partir de la fermentación microbiana y la biología sintética tratan de crear nuevos organismos y obtener un producto similar a la miel.
Según sus creadores, además, al sacar a las abejas de la producción, esta también se convierte en más sostenible. Estos también han argumentado que el nuevo alimento contará con las mismas propiedades nutricionales aunque todavía sin especificaciones exactas.
El proyecto se encuentra en fase de financiación debido a los altos costes de las tecnologías utilizadas aunque se espera que a final de año se puedan ir obteniendo algunas muestras.
Aunque el dinero no es el único inconveniente del proyecto. Este tipo de alimentos encuentran muchas trabas a la hora de pasar los férreos controles alimentarios para comercializarse. Así, las autoridades tratan de controlar todos aquellos productos aparecidos en breves espacios de tiempo para que sean seguros.
Por último, el nombre va a ser otro inconveniente. Utilizar nomenclaturas iguales a las existentes cuando no provienen del mismo modo comporta grandes disputas por parte de los productores.
El caso de las hamburguesas o la leche es un claro
ejemplo. Los productores de estos dos productos han batallado para seguir
demostrando su autenticidad y que así el usuario no caiga en equivocaciones.
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