20 de maig 2021

DIA MUNDIAL DE L'ABELLA

 

Hoy celebramos el Día Mundial de las Abejas. ¿Sabías que estos insectos han poblado nuestro planeta durante millones de años? El fósil más antiguo de una abeja, atrapada dentro de un trozo de ámbar, tiene más de 100 millones de años.


 Juntas, en grandes enjambres que se organizan a la perfección, o en solitario, las abejas se encargan de polinizar las flores y hacer posible la vida en la Tierra. ¡En el planeta se conocen más de 20.000 especies de abejas!

 

Para que entiendas bien la importancia de las abejas, un tercio de nuestros alimentos dependen directamente de la polinización de estos insectos. Solo en Europa, más de 4.000 tipos de frutas y verduras que traemos cada día a la mesa dependen de las abejas. El valor de este servicio que ofrecen gratuitamente las abejas en todo el mundo, se estima en unos 265.000 millones de euros al año.

 

En resumen, las abejas son prácticamente un milagro de la naturaleza al que no se le da la protección que merece. ¡Únete a Greenpeace y ayúdanos a proteger a las abejas y demás polinizadores que han hecho posible la vida tal y como la conocemos durante millones de años!

 

Por desgracia, las abejas están en declive, amenazadas por los plaguicidas, la pérdida de biodiversidad, la proliferación de monocultivos, plagas, enfermedades y el cambio climático. Pero son los plaguicidas los que representan un mayor riesgo para los polinizadores. Desde que lanzamos hace 7 años nuestra campaña #SOSabejas, hemos vivido situaciones dramáticas de mortandades masivas de abejas debido al uso de plaguicidas (España es el país de la UE que más los utiliza).

 

Desde Greenpeace presionamos a los gobiernos, productores y agricultores para que eliminen los plaguicidas más peligrosos para las abejas. En su día, llevamos kilos y kilos de abejas muertas delante del Ministerio de Agricultura para que vieran también desde sus despachos las nefastas consecuencias de la inacción política, de adoptar malas políticas o de la permisividad con las empresas que están aniquilando la vida de las abejas con sus venenos.

 

Lo que en un principio parecía imposible de alcanzar, se materializó con la victoria más importante: la prohibición del uso de cuatro plaguicidas demostradamente peligrosos para las abejas y otros polinizadores. Una vez más David ganaba a Goliath. Las abejas y quienes las defendemos ganamos la batalla a las grandes corporaciones como Syngenta, Bayer o BASF.

 

La Unión Europea se ha marcado como objetivo reducir el uso de los plaguicidas más peligrosos de las prácticas agrícolas en un 50% para 2030. En España estamos muy lejos de estos objetivos. Si lo logramos y seguimos trabajando para frenar la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad, solo entonces podremos garantizar la supervivencia de las abejas y la nuestra propia.

 

El equipo de Greenpeace