Las abejas acumulan problemas en todo el mundo. Además del conocido como síndrome del colapso de colonias (Colony Collapse Disorder), infecciones de ácaros como la Varroa o el Acarapis woodi y muertes masivas asociadas a insecticidas como los neonicotinoides, en Estados Unidos las infatigables productoras de miel se enfrentan ahora a una mosca parásita que las convierte en insectos zombi y provoca irremediablemente su muerte.
Los primeros casos de abejas de la miel afectadas por la mosca Apocephalus borealis fueron detectados en 2008 en el campus de la Universidad Estatal de San Francisco (California, EE.UU.) y en 2012 fue publicado el primer estudio científico con datos confirmados de esta nueva amenaza (ver artículo en PLoS One ).
Colaboración ciudadana contra la mosca
John Hafernik, profesor del departamento de Biología de la Universidad Estatal San Francisco y autor principal del estudio publicado en 2012, coordina desde hace cuatro años un proyecto de ciencia ciudadana con el que se están recogiendo datos sobre la extensión de esta nueva plaga.
Larva de mosca parásita (marcada con flechas rojas) surgiendo del cuerpo de una abeja
Larva de mosca parásita (marcada con flechas rojas) surgiendo del cuerpo de una abeja (John Hafernik)
El proyecto ZomBee Watch (Observatorio de las Abejas zombi) cuenta con la participación de voluntarios de todo el país y hasta ahora ha permitido confirmar 800 observaciones de abejas infectadas por la mosca parásita, en especial en California, Dakota del Sur, Oregon y Washington.
“Nuestra preocupación inicial era saber si era un problema local de San Francisco o si era algo que se estaba produciendo en todo el país sin que los biólogos lo supieramos”, ha explicado esta semana el profesor Hafernik en un reportaje publicado en The New York Times .
Los datos acumulados durante los últimos años indican que el 80% de las colmenas analizadas en la bahía de San Francisco están infectadas por esta mosca que hasta ahora sólo atacaba puntualmente a algunos tipos de abejorros y abejas del papel.
El proyecto ZomBee Watch muestra ahora que el problema se está extendiendo también en la abeja Apis mellifera pero no se conoce todavía la gravedad de la amenaza; y no se descarta que pueda extenderse a otras zonas en las que la mosca Apocephalus borealis ya está presente o donde pueda convertirse en una especie invasora.
Costumbres de la mosca decapitadora
La Apocephalus borealis, conocida coloquialmente como la mosca decapitadora o mosca zombi, es una especie autóctona de América del Norte donde hasta ahora no había provocado plagas significativas.
El profesor John Hafernik descubrió en 2008 varias abejas desorientadas en la noche en el campus de su universidad, algunas de ellas muertas al pie de las farolas. El comportamiento le pareció extraño y conservó algunos ejemplares en su laboratorio. Una semana más tarde, el profesor Hafernik observó que del cuerpo inerte de las abejas surgían larvas de una mosca parásita que identificó como ejemplares de Apocephalus borealis.
Hembra de la mosca parásita 'Apocephalus borealis'
Hembra de la mosca parásita 'Apocephalus borealis' (Zombeewatch)
Las moscas hembras de esta especie tienen una habilidad especial para pararse sobre el abdomen de las abejas e insertar rápidamente sus huevos con ayuda de un ovipositor con forma de aguijón. Cuando las larvas empiezan a crecer se alimentan de los tejidos internos de sus huespedes y afectan al cerebro de las abejas; de forma que las productoras de miel se desorientan y empiezan a comportarse de forma anormal (caminando en círculos o volando por la noche) hasta que mueren.
Una semana después de la puesta, las larvas de la mosca abandonan el cuerpo de la abeja y siguen su proceso de crecimiento, en un ciclo que se puede completar en sólo 28 días.