Al identificar las amenazas que pueden afectar la
realización de un trabajo se deben tomar en cuenta los riesgos biológicos. En
el entorno pueden existir peligros ocultos que pueden afectar la salud y la
seguridad de las personas, como son los insectos. Una picadura de un insecto
puede causar una lesión o transmitir enfermedades que pueden llegar a ser
mortales.
Identifique los posibles
peligros a los que puede estar expuesto, tenemos insectos que son vectores de
enfermedades, como los mosquitos, moscas y las cucarachas o aquellos que son
venenosos, como son las avispas y las abejas. Informe a los trabajadores sobre
la existencia de estos peligros y tome medidas de control para evitar
exponerse, por ejemplo eliminación o señales de advertencia.
Cuando hablamos de seguridad
alimentaria, el control de plagas es vital para garantizar que no se transmitan
enfermedades no solo al personal sino que también debemos proteger a los
clientes. La presencia de plagas es una señal de que la calidad y los controles
no están siendo aplicados adecuadamente. Medidas como prohibir que el consumo
de alimentos dentro de las oficinas contribuyen a reducir la presencia de los
insectos.
Los insectos también pueden
causar daños severos a los equipos y maquinarias, por ejemplo las hormigas
pueden alimentarse o anidar en lugares que afecten toda la operación de una
planta. De igual forma una colmena de abejas puede instalarse en lugares no
deseados y debemos tomar en cuenta su reubicación para no ser sorprendidos.
Utilizar plaguicidas puede
añadir un riesgo innecesario. En muchos lugares el uso de repelente suele ser
una medida efectiva. Si se opta por estos métodos se deben tomar en cuenta los
componentes de los productos que utilicemos para evitar intoxicaciones o
reacciones alérgicas.
Si es picado por un insecto,
lave la zona de la picadura con agua y jabón, evite rascarse para evitar que el
veneno se esparza o que se infecte la zona. Retire la ponzoña o los pelos que
utilizan algunos insectos para depositar el veneno, si es el caso. Aplique
hielo o algo frío en la zona, por alrededor de 10 minutos y levante o eleve la
parte afectada, si le es posible, para evitar reducir los efectos del veneno.
No utilice remedios caseros ni se auto medique. Si siente problemas para tragar
o respirar, busque ayuda médica inmediata. Una reacción alérgica puede ser
fatal.
Cómo actuar ante una picadura
de avispa o abeja
Estas son las pautas
a seguir cuando se produzca una picadura de avispa o de abeja:
- Lavar la zona con agua y jabón.
- Si se ha quedado dentro, retirar el aguijón con cuidado con unas pinzas desinfectadas.
- Sin apretar para que el veneno no se disemine.
- Poner un antiséptico.
- Aplicar frío en la zona.
- Si hay molestias, extender una crema para el picor.
En el caso de que el
picor sea demasiado intenso, administrar un antihistamínico preferentemente por
vía oral, ya que algunos antihistamínicos en crema pueden provocar
fotosensibilización.
¿Cuándo se necesita ayuda
médica?
Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología
Clínica (SEAIC) cada año mueren en España entre 10 y 20 personas por graves
reacciones alérgicas ante la picadura de una avispa o una abeja. Cuando la
persona conoce previamente que es alérgica a las avispas o a las abejas, debe
tomar todas las precauciones para evitar el problema. Además, debe llevar
siempre consigo adrenalina autoinyectable para administrarse en caso de
picadura.
Conviene solicitar ayuda médica cuando, tras una picadura
de avispa o abeja, la persona experimenta:
- Mareos.
- Pérdida de conocimiento
- Bajada de tensión
- Broncoespasmo (espasmos en los bronquios que impiden el paso de aire hacia los pulmones).
Fuentes y fotos: Hoy.es (R. Dominicana), Onmeda.es.
Vida Apicola.