Es lo último en armamento sofisticado, pero esta vez los drones no son del ejercito. Está diseñado para la guerra inteligente sí , pero contra las temidas avispas asiáticas. Un dron, una cámara, y una lanza que permite llegar a lo más alto, donde están sus nidos, y ahí inyectar un veneno que acaba con el nido entero en días. Un sistema que ahorra, que evita llamar a los bomberos y que llega a todas partes. La avispa asiática es capaz de cazar al día entre 25 y 50 abejas. Sin el trabajo de las abejas, no hay polinización, y buena parte de los cultivos desaparecerían. La avispa asiática se han instalado ya en el norte de España, y su ejército invade unos 50 kilómetros cada año hacia el sur.
la Razón
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