La agricultura valenciana perdería cada año 114 millones de euros de
no mediar la acción polinizadora directa de los insectos,
fundamentalmente de las abejas melíferas (la abeja común). Así lo
reitera la organización ecologista Greenpeace en su informe
'Alimentos bajo amenaza', un estudio nacional cuyos datos referidos a
la Comunitat Valenciana serán presentados por primera vez en el
transcurso de la jornada 'Las abejas son la solución', que se
celebrará en Valencia el próximo 10 de julio y que
se espera congregue a más de 300 apicultores, agricultores y a
ciudadanos en general, pues lo que se pretende es valorizar a este
insecto, clave para el mantenimiento del ecosistema y de la propia
producción agraria.
A ésos 114 millones estimados por Greenpeace cabría sumar la riqueza
generada a partir de la comercialización de la miel pues no en vano la
valenciana es la segunda región española, tras Andalucía, con mayor
número de explotaciones apícolas, la inmensa
mayoría de ellas de carácter trashumante. Con todo, la progresiva
reducción de la población de abejas, alimentada también por las
restricciones a esta actividad ganadera, mengua cada año la producción
agrícola valenciana, lo que se refleja también en
los problemas crecientes de cuajado que sufre el sector frutícola
que, a su vez, provocan que se tenga que recurrir cada año a más
tratamientos fitosanitarios para intentar atenuarlos.
Más concretamente y volviendo al informe de la organización ecologista,
la acción de las abejas y otros insectos supone directamente el 8,8%
del valor económico global (ratio de vulnerabilidad) de los principales
cultivos de la Comunitat (calculados según
los precios en origen multiplicados por el volumen de producción
de las estadísticas oficiales). Sin embargo, el mencionado ratio no
revela la situación crítica de dependencia de determinados cultivos,
donde destaca la vulnerabilidad del sector de
los frutos secos, que alcanza un 58,1% (19 millones de euros dependen
de la polinización de los insectos), el cuarto más alto para este
sector en el conjunto de España, o el del sector hortícola con un 17,5%
(34 millones) o el frutícola, del 6,6% (60,3
millones). De hecho, hasta el 70% de los cultivos para consumo directo
humano que se producen en la Comunitat depende en mayor o menor medida
de la polinización por insectos. Hasta los cítricos, uno de los cultivos
que menos depende de las abejas, podrían
sufrir una caída de la cosecha de hasta el 10% sin ellas.
A nivel nacional, el valor generado por la polinización realizada por
los insectos en la agricultura sumaría 2.401 millones de euros, el 11,1%
de la facturación en origen de los principales cultivos españoles, que
en global suponen 21.653 millones (1.302 millones
en la Comunitat). "El estudio se ha realizado bajo criterios
conservadores, por lo que la cifra total del valor económico agrario que
depende de la polinización de los insectos es seguramente superior"
explica Luis Ferreirim, responsable de Agricultura
de Greenpeace-España y ponente de la jornada 'Las abejas son la
solución'-. "Lo que es incuestionable es que la diversidad y riqueza
nutricional de la alimentación humana depende en gran medida de los
polinizadores y todos los datos apuntan a que las
poblaciones de abejas y otros insectos polinizadores se están
reduciendo alarmantemente", concluye.
0 comments:
Publica un comentari a l'entrada