Hace dos semanas la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza publicó la Lista Roja de las Abejas Europeas. En ella se denunciaba que casi el 10% de las abejas silvestres europeas está en peligro de extinción y que si no actuamos con urgencia en poco tiempo más especies van en engordar este listado.
Otro dato preocupante es que del 79% de las especies existentes en
Europa (la inmensa mayoría) apenas tenemos datos de la situación de sus
poblaciones.
Entre las causas de este grave problema siempre aparece la agricultura industrial y sus prácticas destructivas, como el uso masivo de plaguicidas, como uno de los principales factores que amenaza su supervivencia.
El informe de Greenpeace, 'PLAN aBejas, Vivir sin plaguicidas. El cambio hacia la agricultura ecológica', muestra que existe una alternativa al modelo predominante de agricultura. La alternativa es la agricultura ecológica. Este informe muestra cómo podemos trabajar con la naturaleza y no en su contra.
El informe está compuesto de cuatro partes. En la primera se subraya la importancia de las abejas para la seguridad alimentaria mundial y para los ecosistemas; en la segunda se describen los factores que están ocasionando el declive de estos insectos; la tercera se centra en el modo en que los métodos y las explotaciones agrícolas industriales afectan a las abejas y se presentan recomendaciones basadas en estudios científicos para proteger y restaurar las poblaciones de abejas en Europa. Por último, se ofrece un repaso de la literatura científica relativa al control biológico de plagas, el cual es una de las vías para eliminar el uso de los plaguicidas químicos sintéticos empleados en la agricultura industrializada.
Las investigaciones, junto con las prácticas existentes de la agricultura ecológica, confirman que no necesitamos plaguicidas para tratar las plagas que viven en los cultivos que queremos producir.
El informe de Greenpeace, 'PLAN aBejas, Vivir sin plaguicidas. El cambio hacia la agricultura ecológica', muestra que existe una alternativa al modelo predominante de agricultura. La alternativa es la agricultura ecológica. Este informe muestra cómo podemos trabajar con la naturaleza y no en su contra.
El informe está compuesto de cuatro partes. En la primera se subraya la importancia de las abejas para la seguridad alimentaria mundial y para los ecosistemas; en la segunda se describen los factores que están ocasionando el declive de estos insectos; la tercera se centra en el modo en que los métodos y las explotaciones agrícolas industriales afectan a las abejas y se presentan recomendaciones basadas en estudios científicos para proteger y restaurar las poblaciones de abejas en Europa. Por último, se ofrece un repaso de la literatura científica relativa al control biológico de plagas, el cual es una de las vías para eliminar el uso de los plaguicidas químicos sintéticos empleados en la agricultura industrializada.
Las investigaciones, junto con las prácticas existentes de la agricultura ecológica, confirman que no necesitamos plaguicidas para tratar las plagas que viven en los cultivos que queremos producir.
Historias con éxito en Europa no faltan y muestran que la agricultura ecológica es viable y crece a un ritmo vertiginoso. Para presentarlos de forma práctica, Greenpeace ha realizado algunos vídeos con estudios de caso. Estos recogen experiencias de agricultores,
de científicos y de institutos de investigación, así como de empresas, y
muestran que las técnicas de agricultura ecológica se están poniendo en
práctica en todos los rincones de Europa.
La agricultura ecológica garantiza una agricultura sana y alimentos saludables para hoy y mañana, ya que protege el suelo, el agua y el clima, promoviendo la biodiversidad. A su vez, no contamina el medio ambiente con agroquímicos ni con cultivos transgénicos. Es así la mejor inversión que podemos hacer de cara al futuro. Para el nuestro, para el de las abejas y para el resto de especies con las que compartimos este aún maravilloso planeta.
La agricultura ecológica garantiza una agricultura sana y alimentos saludables para hoy y mañana, ya que protege el suelo, el agua y el clima, promoviendo la biodiversidad. A su vez, no contamina el medio ambiente con agroquímicos ni con cultivos transgénicos. Es así la mejor inversión que podemos hacer de cara al futuro. Para el nuestro, para el de las abejas y para el resto de especies con las que compartimos este aún maravilloso planeta.
¿Qué puedes hacer tú?
- Si aún no has firmado la petición para salvar a las abejas y a la agricultura este es el momento de que aportes tu granito de arena. Las abejas de lo agradecerán y las generaciones futuras también.
- Si aún no has firmado la petición para salvar a las abejas y a la agricultura este es el momento de que aportes tu granito de arena. Las abejas de lo agradecerán y las generaciones futuras también.
Informa: Luís Ferreirim
Fuente: Greenpeace
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