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.... una opinión
relativamente nueva es que las abejas no construyen las celdas
directamente hexagonales, sino que usan su propio cuerpo como plantilla
para las celdas normales (para la cría de obreras). Estas celdas son
inicialmente redondas, como ya describió en 1792 el científico-apicultor
suizo Francois Huber. Solo después de un calentamiento a escasos 40º C
se transforman en hexagonales. Responsable de esto son las llamadas
temperaturas puente o de salto (Sprungtemperaturen) de la cera de abeja
en los 25º C y los 40º C que determinan unas zonas de transformación de
la disposición molecular entre cristalina y amorfa y el efecto físico de
la tensión superficial de líquidos. Esta lleva en interfaces a una
estructura completamente plana con un grosor de pared constante (1).
Como ejemplo de este efecto se nombra a menudo el interfaces entre bombollas de jabón que se juntan o tocan. El
mecanismo de la auto organización de hexágonos perfectos detectado en
las abejas meliferas tiene su fruto en una patente para la producción de
estructuras hexagonales regulares.(2) Redondos quedan únicamente los
bordes de las células que son reforzados por las abejas para su
estabilidad, para lo cual también utilizan propolis.
La
regularidad de las celdas en panales recuerda los cristales, lo cual
llevó a Johannes Kepler a insinuar que las abejas tenian un conocimeinto
matematico.
......
(1)Jürgen Tautz,
Helga R. Heilmann: Phänomen Honigbiene (Fenomeno Apis melifera)
Spektrum Akademischer Verlag 2007. ISBN 978-3-8274-1845-6, pag. 171 y
siguientes.
Informa: Mihail Pawlowsky
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