25 d’abril 2014

ATRACCIÓN DE VARROA DESTRUCTOR POR EL ALIMENTO LARVAL

omafra.gov.on.ca

En vista de su reproducción, el ácaro Varroa destructor Oud. penetra en la celda de cría, que contiene una larva de abejas, antes de su operculación (BOOT et al., 1992). La opinión de que ciertos atrayentes, supuestamente implicados en este proceso, se podrían utilizar para el combate del ácaro, igual que otros señuelos que se usan en el combate de los insectos predatores, impulsó las investigaciones sobre este tema. 

Algunos autores estudiaron, desde el principio, los estímulos desencadenantes de la invasión de las celdas por el ácaro, centrando su investigación en los estímulos liberados por las larvas de abejas. LE CONTE et al. (1989) señaló que los ácaros Varroa se sienten atraídos por ciertos ésteres de los ácidos grasos simplemente alifáticos, que se encuentran en larvas en el quinto estadio. RICKLY et al. (1992) demostró que el ácido palmítico, detectado en el aire que rodea a las larvas de abejas, resulta atractivo para el ácaro Varroa. En un bioensayo, RICKLY et al. (1994) y AUMEIER y ROSENKRANZ (1995) mostraron que ciertos hidrocarburos saturados y no saturados de la cutícula de las larvas estaban activos sobre el ácaro Varroa.


Durante la invasión de las celdas, el ácaro abandona a la abeja-nodriza, para penetrar en la celda de cría que contiene una larva de abejas. La preferencia manifestada por el ácaro por las abejas-nodrizas, antes que por las larvas (KRAUS, 2993, LeDOUX et al., 2000), sugiere que estímulos de una fuente distinta de la propia cría están involucrados en el proceso de invasión de las celdas. Además de larvas, las celdas de cría también contienen unos cuantos miligramos de alimento larval, suministrado por las abejas nodrizas a las larvas en crecimiento; de hecho, el ácaro, después de haber penetrado en la celda, alcanza su fondo y queda atrapado en la jalea real (IFANTIDIS, 1988).

La atractividad del alimento larval para los zánganos se tomó como hipótesis ya en 1985 (ISSA et al., 1985); MILANI y CHIESA (1991) mostraron que el alimento larval incide en la reproducción de V. destructor. Al examinar el alimento larval dentro del experimento, se observó una clara respuesta por parte de V. destructor ; la actividad biológica de los extractos demuestra que el efecto observado se debe a las substancias semioquímicas contenidas en el propio alimento larval y no a otros índices no específicos (por ej., la humedad). 

F. NAZZI, N. MILANI, G. DELLA VEDOVA