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Los agricultores granadinos están teniendo serias dificultades para
encontrar colmenas que realicen las labores de polinización en los
invernaderos, tareas que deben realizarse con carácter urgente en estos
días, para no tener posteriores problemas de producción. El motivo es la
escasez de colmenas, la cual está motivada por la intensidad de las
lluvias del mes de marzo, un momento en el que tradicionalmente las
colmenas se dedican a aprovisionarse.
La persistencia de precipitaciones durante el inicio de la primavera ha impedido que las abejas pudieran salir a alimentarse, lo que, unido a las dificultades de acceso a los colmenares, ha provocado una drástica reducción del número de animales, en parte por la mortandad (más de un 30%) y en parte por la ralentización en el desarrollo de la colonia, según Coag.
La persistencia de precipitaciones durante el inicio de la primavera ha impedido que las abejas pudieran salir a alimentarse, lo que, unido a las dificultades de acceso a los colmenares, ha provocado una drástica reducción del número de animales, en parte por la mortandad (más de un 30%) y en parte por la ralentización en el desarrollo de la colonia, según Coag.
El
responsable de apicultura de la Coordinadora de Organizaciones de
Agricultores y Ganaderos (COAG), Ángel Díaz, explicó a este periódico
que "las colonias se han quedado muy cortas y ha habido bastante
mortantad" mientras que las que han subsistido se encuentran muy
débiles. "La polinización es un trabajo en el invernadero que supone un
esfuerzo para la abeja y, en el caso de que lo hagan, están expuestas a
morir por ese debilitamiento que han sufrido". De ahí que la campaña de
polinización que actualmente afecta a productos como el pepino, el
calabacín, la sandía o el melón, corra peligro.
La
manera de intentar salvar esta contrariedad por parte de los titulares
de invernaderos es intentar buscar abejas, tanto en otras partes de
Andalucía como fuera de la región, en comunidades autónomas como
Castilla-La Mancha. El problema es que la cuenta atrás ha empezado y "se
trata de cultivos tan especializados que en pocos días tienen que ser
polinizados", añadió Díaz.
La
manera habitual de trabajar es que cada agricultor solicita a un
apicultor sus abejas cada año, pero este ejercicio esa persona de
confianza lo más seguro es que no cuente con colonia suficiente para
polinizar su invernadero durante los 15 o 20 días previstos.
El
sector apícola en Granada está compuesto por unos 342 apicultores
(censo a diciembre de 2000) y unas 42.000 colmenas. De ellos,
aproximadamente el 17% son profesionales, concentrando estos apicultores
el 60% de las colmenas de la provincia.
Informa: Maria Micó - ArtAlPas
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