Gaucho (imidacloprid) y Poncho (clotianidina) son dos
de los pesticidas neonicotinoides más vendidos por Bayer. Estos
productos ayudan a controlar las plagas en los cultivos de todo el mundo
y se calcula que en el 2010 las ventas de Gaucho alcanzaron los 820
millones de dólares, mientras que Poncho reportó ventas por 260 millones
de dólares.
Desafortunadamente el uso de neonicotinoides está acabando con las
colmenas de abejas en todo el mundo. Un estudio recientemente publicado
en Journal of Experimental Biology reveló que las abejas tratadas con
imidacloprid sufren alteraciones en su comportamiento. Las abejas que
entran en contacto con el pesticida se convierten en “abejas que
seleccionan su comida”, al mismo tiempo que se reduce su capacidad para
comunicar a otras abejas la localización de fuentes de comida.
Investigadores de la facultad de biología de la Universidad de
California en San Diego reportaron que las abejas tratadas con
imidacloprid cambiaron sus preferencias de alimentación y seleccionaron
solo el néctar más dulce y se negaron a ingerir el néctar menos dulce,
el cual resulta esencial para el sostenimiento de la colonia de abejas.
Por otro lado, los investigadores indican que las abejas realizan una
serie de danzas al llegar a la colmena para indicar a sus compañeras la
ruta hacia fuentes de alimento, pero las abejas tratadas con el
pesticida redujeron los bailes realizados al llegar a la colmena.
Las abejas que prefieren el néctar más dulce reducen dramáticamente
la cantidad de recursos que llevan a la colmena, además debe
considerarse que cuando las abejas reducen sus danzas la colmena
completa sufre una reducción de recursos significativo. De acuerdo a los
investigadores, las abejas redujeron la frecuencia de sus danzas a solo
la cuarta parte o la décima parte, incluso en algunos casos dejaron de
danzar por completo.
James Nieh, profesor de biología en la Universidad de California en
San Diego, indicó que “la exposición a cantidades de pesticida que
antes eran considerados seguras, podría afectar la salud de las colonias
de abejas”.
Cabe resaltar que este no es el único estudio que identifica al
imidacloprid y clotianidina como un riesgo para distintos animales. Un
informe presentado por las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA) identificó que los químicos utilizados por Bayer resultan
tóxicos no solo para los insectos polinizadores, sino también para
gatos, peces, ratones, conejos, pájaros y lombrices de tierra.
Bayer produce imidacloprid desde 1991. En 1999 Francia prohibió el
uso de ese pesticida después que un tercio de las abejas de ese país
murieran debido al uso generalizado de ese agente químico para el
control de plagas. En el 2008, al sur de Alemania, dos tercios de la
población de abejas a lo largo del Rin murieron después que se aplicó
clotianidina en los campos de maíz de esa zona.
Existen alternativas para cuidar los cultivos con métodos que resultan amigables con el medio ambiente, por ejemplo en Holanda, las plagas en los cultivos de tomate son controlados utilizando avispas.
La desaparición de las abejas en las colmenas es un problema a nivel mundial conocido como Colony Collapse Disorder (CCD), un fenómeno que se caracteriza por la abrupta desaparición de abejas obreras en las colmenas.
http://www.apinews.com/es/noticias/item/18615-ee-uu-un-estudio-muestra-que-los-neonicotinoides-afectan-la-capacidad-de-las-abejas-para-transmitirles-a-otras-la-ubicacion-de-las-fuentes-de-buena-alimentacion
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