Como
bien sabemos, las abejas son un gran aliado en nuestra salud, y la primavera,
igual nos trae preciosos días soleados, que esa moquilla rebelde que los
informativos televisivos achacan criminalizándolos a las plantas y árboles.
¿Qué
podemos hacer en primavera por nuestra salud entonces? Pues sencillamente,
aprender del campo. De la misma forma que el otoño e invierno suponen un largo
período de letargo y regeneración para ofrecernos una esclatante primavera, la
salud actúa igual. Ello quiere decir que si en invierno hemos respetado,
cuidado, trabajado y abonado nuestros campos para tenerlos preparados en
primavera para una fantástica cosecha estival, debemos cuidar nuestra salud en
otoño e invierno, para cosechar lo mismo.
No
es tan difícil. La mejor salud es la que trabajamos unos minutos cada día del
año. A veces, no se trata de darle esto o aquello, sino de evitarle esto o
aquello. Por poner un simple ejemplo, les pregunto: ¿Irían ustedes a Fukushima
o Chernóbil? ¿Pagarían ustedes por recibir radiaciones? Todos sabemos que
producen cancer, ¿verdad?
Pues
una radiografía (incluso las dentales), un TAC, una resonancia magnética, una
mamografía, y otras pruebas clínicas, son exactamente eso: radiaciones. Y
debilitan a nuestras células, hasta el punto de que cuando éstas se
"enfadan", mutan y generan tumores. Por tanto, evitemos esas pruebas
clínicas todo lo que podamos.
Volviendo
a lo de cuidarnos, la miel, el polen, el própolis y las picaduras de abeja
controladas y en dosis correctas, protegen y fortalecen nuestras células.
Cuanto más fortalecidas estén, más resistentes seremos al cancer y cualquier
otra enfermedad. A todas.
Hay
que recordar que nuestra sangre, nuestras venas, nuestro corazón, hígado,
riñones, pulmones, cerebro, huesos, y todo nuestro organismo, está formado de
células. Son los ladrillos del cuerpo. Y hay que cuidarlo, como hacen las
abejas. Tan sólo requiere ese cuidado constante, eligiendo siempre lo mejor en
pureza y frescura.
El
cuidarlo, implica también todas las sustancias químicas: medicinas,
conservantes, colorantes, gelificantes, etc, y por supuesto, radiaciones de
móviles, microondas, materiales sintéticos o nocivos en nuestro hogar o cuerpo,
aire acondicionado, excesos, alcohol, drogas, trasnochar, vida sin orden, mala
alimentación, carencias o excesos... Se puede hacer mucho aun.
Si
me extiendo un poco, espero que ustedes sepan disculparme, pero es por su bien.
Les
digo esto, porque cada vez me visitan más pacientes "sanos" que
"saben" cuidarse, y procuran aplicar sus conocimientos a su salud,
que suelen ser bastante correctos, todo hay que decirlo. Suelen tomar
complementos dietéticos que compran en herbolarios y establecimientos
similares.
Pero llama la atención un detalle: están
cuidados, pero no están fuertes. Y ellos lo reconocen, por eso me visitan con
sus problemas de salud. Cuadros clínicos de ansiedad o depresión son muy
frecuentes. Y cada vez en personas más jóvenes que a veces pierden incluso, la
calidad del sueño.
A
veces, vienen tomando unas drogas, mal llamadas medicinas, que nunca les curan
y ellos quieren dejar...tras haber comprobado que esas pastillas les han creado
dependencia, y no pueden salir de esa adicción. "Sin ellas, no puedo,
aunque quiero dejarlas", me dicen frecuentemente.
Bien,
pues las abejas y unos cuidados correctos son sus grandes aliados. Nos estamos
olvidando además del guiso de cuchara de toda la vida. ¿Estaremos fuertes si no
le metemos "sustancia" al cuerpo?
Pues
háganse un favor, porque los tiempos que corren, indican que sobrevivirán y
saldrán adelante sólo los fuertes. Y quizá nos quedemos sin Seguridad Social.
Consuman
miel, polen, própolis y alguna picadura bien dosificada, y créanme que su salud
será bien sólida y no habrá ansiedad ni depresión que les tumbe.
Por
cierto que el mejor antidepresivo debería ser el más caro, ¿no? Solo que ese
mejor antidepresivo, se llama sol. Sí, sí, tomen el sol todo el año, y la
alegría y la salud se instaurará en ustedes. ¡Es fantástico tomar el sol! Y sin
protección alguna o con proteccion del fantástico anticancerígeno aceite de
oliva. Porque las cremas protectoras solares, llevan componentes cancerígenos,
aunque sean de farmacia. Y créanme: no hay más cancer de piel en Arabia Saudí
(55 grados en verano), que en Noruega. Eso sí, hay más depresiones en Noruega
que en Arabia Saudí, por la falta de sol. Lo que es malo no es el sol, son los
excesos o las carencias, como en todo.
Por
tanto, valoremos si estamos fuertes o sólo "nos cuidamos".
No
olviden hidratarse correctamente todo el año. El que suda mucho debe beber algo
más de agua, que el que no suda casi. Tan fácil como eso. Nuestras célular
requieren agua, no refrescos, cervezas u otras bebidas. Agua en su justa
medida. El exceso de beber agua, como a veces nos dicen que es bueno-buenísimo,
supone sobrecargar de trabajo los riñones. Por tanto, es mejor la que yo llamo
"dieta hídrica del botijo": pocas cantidades, y bastante frecuencia.
¡Salud,
amigos!
Adela
Pérez Bonet.
Tlf.
609402018
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