Una vez que se ha extraído la miel de los panales es costumbre dárselos a las abejas para que los limpien y reparen antes de almacenarlos. La mayoría de los apicultores lo hacen colocando los cuadros en las alzas y haciendo una pila a una distancia prudencial del colmenar.
Con este sistema se echan por tierra todos los esfuerzos profilácticos hechos durante la temporada. En efecto, las abejas de los alrededores vienen a chupar la miel que ha quedado en los panales contaminándolos y/o contaminándose con esporas y virus de todas clases dispersándolos por las colmenas que con toda seguridad desarrollarán la enfermedad en la primera ocasión propicia.
Para evitar este riesgo hay que cosechar identificando cada una de las alzas, una vez extraída la miel, el alza con sus cuadros se coloca sobre la colmena a la que pertenece intercalando un alza sin cuadros y una tapa que tenga un orificio por el que las abejas puedan acceder a los panales únicamente desde el interior de la colmena, de esta manera se impide totalmente el acceso de abejas de otras colonias y se suprime la posibilidad de diseminar los microbios.
En un par de días se pueden recoger las alzas con los panales perfectamente limpios y reparados.
Para evitar toda excitación innecesaria en el colmenar el mejor momento para realizar esta operación es a última hora de la tarde.
Autor: Julio Rivas - Apicultor Ecològic
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