21 de desembre 2013

LAS ABEJAS ‘ENGAÑADAS’ POR EL PERFUME SEDUCTOR DE LAS ORQUÍDEAS

naturalezacuriosa.com
El cuadro puede resultar un poco extraño, incluso perturbador, pero no es ficción. Un grupo de científicos ha logrado captar las imágenes de una abeja macho intentando copular con una orquídea.

Este curioso acto se produce gracias a un nuevo truco descubierto en el repertorio de señuelos sexuales de estas flores. La especie de orquídea 'ophrys exaltata' imita parcialmente los efectos de las feromonas de las hembras abejas para atraer a los machos de la especie 'colletes cunicularius', que se dejan conquistar por el seductor aroma.

La investigación, publicada en la revista 'Proceedings of the National Academy of Science' (PNAS), fue desarrollada por Nicolas Vereecken y Florian Schiestl de la Universidad de Zúrich en Suiza, quienes sugieren que las orquídeas utilizan su exótico olor para hacerse pasar por irresistibles hembras.

 Estas sexualmente engañosas flores, que necesitan de los insectos para su propia reproducción, logran enredar con su olor a los machos de abeja, que las confunden con hembras de su especie. Los machos quedan sin poder resistir su impulso y terminan polinizando a las orquídeas.

El olor de algunas flores resulta tan apasionante para los machos que estos, atraídos salvajemente por el cóctel de feromonas sexuales femeninas que imitan las orquídeas, alcanzan a eyacular sobre ellas.

 

Atraídos por las variaciones


Al estudiar la variación geográfica en mezclas de feromonas de entre 15 poblaciones diferentes de la especie 'colletes cunicularius' y la orquídea que la imita, la 'ophrys exaltata', los científicos se sorprendieron al encontrar que el olor de las flores varía un poco del producido por las abejas femeninas, lo que parece atraer mucho más a los machos.

"Esto fue totalmente inesperado, pues suponíamos que las orquídeas intentarían oler lo más cercanamente posible a las hembras", afirma Schiestl. Pero los machos parecen preferir la variedad que les ofrecen sus nuevas 'parejas'.

Ya que las abejas disfrutan de una vida tranquila y no viajan mucho, Vereecken y Schiestl afirman que la rutina se convierte en un problema para estos insectos, quienes al copular con especies extrañas encuentran una oportunidad para dar un poco más de variedad a su base génica.

Por esto, no resulta raro que las abejas macho se dejen seducir por los perfumes exóticos, al punto en que éstos prefirieron los olores que les resultan novedosos en un 50% más de ocasiones que los regulares, siendo el olor de las orquídeas el más popular en las pruebas realizadas.

Informa: Higini Trilles