17 d’octubre 2013

NIDO DE ABEJA SOLITARIA HECHA DE PÉTALOS

J. G. Rozen
Se ha descubierto que las hembras de la especie solitaria Osima avosetta revisten las cámaras para la crianza de su progenie con pétalos de flores de color rosa, amarillo, azul y morado. Las cámaras proporcionan nutrientes a las larvas para crecer y madurar, protegiendo la próxima generación, mientras pasan el invierno. 

El hallazgo lo han hecho, de manera independiente, dos grupos de científicos. Uno es el de Jerome Rozen, conservador de la División de Zoología de Invertebrados en el Museo Americano de Historia Natural. Rozen y sus colegas trabajaban cerca de Antalya, Turquía, mientras otro grupo de investigadores lo hacía en la provincia de Fars, Irán.

Las abejas son los más importantes animales polinizadores de la actualidad, y muchas plantas con flores dependen de ellas para reproducirse. Sin embargo, casi el 75 por ciento de las especies de abejas (y hay aproximadamente 20.000 especies descritas) son solitarias. Esto significa que para la mayoría de las abejas, lo normal es que una hembra construya un nido para sí misma y aprovisione de alimentos cada cámara del nido para la etapa larval de su progenie. 

Cuando la cámara está lista, la hembra deposita un huevo en ella. Al final, cierra el nido. Estos nidos, ubicados en aberturas del suelo, necesitan ser protegidos de un gran número de posibles amenazas a su estructura física, como la compactación del suelo, la desecación o el calentamiento excesivo. La supervivencia de las especies de abejas solitarias depende también de la protección contra mohos, virus, bacterias, parásitos varios, y depredadores.

En el caso de la O. avosetta, la hembra construye una o dos cámaras verticales cercanas a la superficie, o entre 1,5 y 5 centímetros por debajo del suelo. Entrando por la parte superior, la hembra adulta reviste cada cámara con pétalos superpuestos, empezando por la parte inferior. Luego lleva barro al nido, recubre los pétalos con una capa delgada (alrededor de medio milímetro), y termina el revestimiento con otra capa de pétalos.

Cuando la estructura está lista, la hembra de O. avosetta acumula provisiones de una mezcla pegajosa de néctar y polen y las coloca en el suelo de la cámara. Deposita un huevo en su superficie, y cierra la cámara doblando cuidadosamente los pétalos de la parte superior. El nido es sellado en dicha parte con un tapón de barro, aislando a la joven abeja en una cámara húmeda que se vuelve rígida y protege a la larva mientras se alimenta, teje un capullo, y cae en un sueño de 10 meses hasta la primavera. 

Font: Scitech News