Domus |
La actividad
apícola controlada y orientada a la extracción de la miel como una
actividad más del calendario agrícola, se interpreta como una actividad
complementaria, con cuyo desarrollo se consiguen rentabilizar
mayoritariamente las zonas de escasa productividad agrícola.
La miel era el alimento edulcorante y energético por excelencia, y debido a que sus propiedades antisépticas la hacían de igual modo idónea para utilizarla en la conservación de frutos; en la elaboración de salsas para acompañar las carnes y en repostería; en el mundo de la medicina, para combatir afecciones respiratorias y oculares y curar heridas. En cosmética era un ingrediente básico para la fabricación de cremas y ungüentos para la piel.